Clementina Suárez

Escritora

Nació en Juticalpa en 1902. al igual que otros intelectuales olanchanos sobresalientes, que llenaron de gloria las letras hondureñas. Clementina descendía de una familia ligeramente acomodada, pero ella rompió los esquemas tradicionales de una sociedad exclusivamente liderada por hombres.

A los 21 años llegó a Tegucigalpa, para forjarse un camino y nombre en una compleja sociedad. Su mundo fue la poesía y sus libros publicados, fueron producto de sus propios esfuerzos. Sabemos que la Poeta, viajó por diferentes países, con el propósito de ampliar su formación cultural por sus propios medios.

Fue en él México de ese entonces, donde logró conocer a otros intelectuales, con ellos forjó amistad, sobre todo con artistas plásticos, algunos incluso le realizaron memorables retratos. A la fecha La Fundación Clementina Suarez, que funciona a iniciativas del Club Rotario de Tegucigalpa, conserva una serie de esos retratos, otros se perdieron con las inundaciones provocadas por la tragedia del Huracán Mitch.

Algunos intelectuales, apuntan que la poesía de Clementina inicialmente se enmarcó “por el romanticismo y los sentimientos, pero sus viajes la involucraron con el compromiso social, por lo que comenzó a plasmar las luchas democráticas en sus escritos. Además, sus creaciones retrataban a la mujer más allá de la vida privada o doméstica, que era lo usual, al abarcar la expresividad del cuerpo”.

¹Es Clementina la que tiene el honor de publicar el primer libro de poesía en Honduras titulado Corazón Sangrante. El poeta Roberto Sosa, amigo cercano de Clementina, en una carta pública expresó “Después de una prolongada presión oral y escrita de varios intelectuales hondureños en el sentido de conferirle a la poeta Clementina Suárez el premio Nacional de Literatura correspondiente a 1970, el Estado decidió otorgar el máximo galardón literario de la nación a la autora de Creciendo con la Yerba. (...) Diversas asociaciones culturales han hecho diversos homenajes a la poeta, que interpretan el Premio Nacional de Literatura como un triunfo de la mujer hondureña”.

²Su obra trascendió en el mundo cultural, dirigió Revistas y Galerías de Arte, su casa en Tegucigalpa era un lugar frecuentados por artistas nacionales y extranjeros. Fue una viajera incansable, mujer libre, sin atuendos, desafiante siempre. Vivió en México, El Salvador, Cuba y Costa Rica donde público su obra.

De mis sábados el último, Templos de fuego, Engranajes, Veleros, De la desilusión a la esperanza, Creciendo con la hierba, Canto a la encontrada patria y su héroe. Falleció de manera trágica, en su residencia de Tegucigalpa en 1991, en un crimen nunca esclarecido. Su obra ha sido difundida internacionalmente, incluso se han realizado estudios con mucha profundidad. “Mientras me desempeñé como Director de la Editorial Universitaria, logramos junto a otros profesionales, antologar la obra de Clementina”, expresa Rubén D. Paz.

Comunidad

Educación

Cultura Global